La Biblia de los Caídos. Tomo 1 del testamento de Mad

Un sitio poco higiénico para dormir.

Se sucedían a diferentes niveles, más cerca unos de otros según ganaban altura, delimitando lo que parecía ser una cúpula transparente.

despertado en el centro, completamente

mueca de dolor que le provocaba la pierna.

y el maestro, que cojeaba más

Adrián también le mostró su apoyo pasando el brazo por sus hombros.

hemos hecho caso en prácticamente

teorías que se han elaborado al respecto. En

rostro, esta vez, de verdad.

—¿Por qué os habéis

Sus ojos se encontraron, y la angustia de Mark remitió un poco, pero no desapareció. Mark se incorporó y abrazó a su hermana. Ella lo sostuvo, lo meció, le dijo que todo estaba bien.
—Háblame de nuestros padres —pidió Mark, aún apretado contra su hermana—. Cuéntame alguna historia.