Considerada unánimemente por la crítica como la mejor novela americana publicada desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, El hombre invisible, del gran escritor negro Ralph Ellison, es una grandiosa alegoría, picaresca y simbólica, en la que se describe la trágica condición de los hombres de su raza. Escrita con el deliberado propósito de denunciar la angustiosa situación del negro evolucionado y consciente en un mundo de hombres blancos, esta obra simboliza el problema de la discriminación racial a través del mito de la invisibilidad. Relegado a la condición de ciudadano de segunda clase por la infranqueable barrera del color, el negro sufre, no tanto por el desprecio de que es objeto, como por el hecho de que se le ignora socialmente, como si fuese invisible a los ojos de los demás. Este sentimiento de exclusión, esta situación humillante de sentirse, no ya separado y aparte, sino ignorado e inexistente en el seno de la sociedad en que vive, es el que Ellison ha descrito magistralmente en torno al protagonista central de esta novela. Su excepcional acierto consiste en que, al erigir el mito de la invisibilidad en símbolo de la tragedia personal del negro, le ha dado, al propio tiempo, una dimensión universal que rebasa los límites de la mera discriminación racial para convertirse en símbolo de la alienación del hombre en el seno de la civilización moderna.