Cómo ser un líder

Daniel Goleman vuelve con la Inteligencia Emocional. Esta vez en Como ser un líder la presenta como un constituyente imprescindible del liderazgo. No es que el Cociente Intelectual y las capacidades técnicas sean irrelevantes sino que son un requerimiento de acceso a puestos ejecutivos. Sin embargo, investigaciones suyas, junto a otros estudios recientes, muestran que cuanto más alto se asciende en una organización, más importancia adquieren las habilidades sociales. A través de ellas, se distingue el efecto positivo o negativo que producen los diferentes estilos de liderazgo en el ambiente de trabajo y en los resultados. Según el autor, altos niveles de IE crean ambientes en los que florece el intercambio de información, la confianza, la justicia, la integridad, el aprendizaje y una saludable asunción de riesgos. En un tiempo se consideró que estaría bien que los líderes fueran hábiles socialmente. Pero ahora se sabe que en beneficio del rendimiento, se trata de ingredientes que se necesita poseer. Cómo ser un líder, desarrolla estos componentes que forman parte de la IE: autoconocimiento, autorregulación, empatía y destrezas sociales. Factores, que en opinión del autor, tienen que estar integrados en la persona que dirige, debido al creciente uso de equipos, al veloz ritmo de la globalización y a la imperiosa necesidad de mantener el talento. La buena noticia es el ser inteligente emocionalmente se puede aprender, aunque el proceso requiere tiempo y compromiso. Goleman, psicólogo de renombre internacional y experto en la materia, lanza una llamada de atención: si en los colegios se enseñara habilidades sociales, las empresas no tendrían que crear programas para remediar carencias cuando los jóvenes empiezan a trabajar en ellas.