No me quieres, no te quiero

esos que uno atesora de por vida.

Algún día tendré que hacerme un álbum con todas nuestras aventuras, aunque hay momentos que solo conservo en ese lugar de mi mente en el guardamos los instantes más preciosos e inolvidables,

pero no permitas que te traten mal, Tessa. Si alguien te perdona, que sea de verdad.

—No suenas muy convencida.

Lo estoy. Solo que tengo esa extraña sensación a la que no sé ponerle nombre, es como un molesto ruido de fondo en mi mente que me incómoda, pero que no puedo discernir de dónde viene exactamente.

Es Zac, una de las pocas personas a la que no podría negarle nunca una sonrisa, porque es él el que suele provocarlas. Es mi creador de sonrisas.

—Comete los errores que tengas que cometer. Yo siempre estaré aquí para ayudarte a ponerte en pie.

Tal vez no sea tan duro haber perdido a Álex, quizás lo peor de todo es haberme perdido a mí misma y no ser capaz de encontrarme

No seríamos dos desconocidos ni habría extrañeza. Álex es, en ese aspecto, como regresar a casa.

Y una vez que la tormenta termine, no recordarás cómo lo lograste, cómo sobreviviste. Ni siquiera estarás seguro de si la tormenta ha terminado realmente. Pero una cosa sí es segura. Cuando salgas de esa tormenta, no serás la misma persona que entró en ella. De eso se trata esta tormenta.

Tokio Blues

—Amar es destruir y ser amado es ser destruido.