Aquí estás, entre la comida de las amigas, el bautizo de las ahijadas, los bailes, los cantos, las risas. Te mueves entre nosotras y tu silencio no es sino la perpetuación de tu voz a través de las nuestras. Ayer tú, después Marina, después Marcela, después todas y cada una de nosotras y nuestras hijas y sus hijas y sus primas y sus amigas y las amigas de las amigas. Aquí estamos todas: no hay honor, ni imperio, ni patriarcado, ni sistema que nos rompa del todo