Almudena Grandes

El Lector De Julio Verne

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Nino, hijo de guardia civil, tiene nueve años, vive en la casa cuartel de un pueblo de la Sierra Sur de Jaén, y nunca podrá olvidar el verano de 1947. Pepe el Portugués, el forastero misterioso, fascinante, que acaba de instalarse en un molino apartado, se convierte en su amigo y su modelo, el hombre en el que le gustaría convertirse alguna vez. Mientras pasan juntos las tardes a la orilla del río, Nino se jurará a sí mismo que nunca será guardia civil como su padre, y comenzará a recibir clases de mecanografía en el cortijo de las Rubias, donde una familia de mujeres solas, viudas y huérfanas, resiste en la frontera entre el monte y el llano.Mientras descubre un mundo nuevo gracias a las novelas de aventuras que le convertirán en otra persona, Nino comprende una verdad que nadie había querido contarle. En la Sierra Sur se está librando una guerra, pero los enemigos de su padre no son los suyos. Tras ese verano, empezará a mirar con otros ojos a los guerrilleros de Cencerro, y a entender por qué su padre quiere que aprenda mecanografía.
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454 páginas impresas
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Citas

  • adrilurosadcompartió una citahace 7 meses
    (Interpretación del pesimista)
    Nada es lo mismo.
    Nada permanece.
    Menos la Historia y la morcilla de mi tierra:
    se hacen las dos con sangre, se repiten.
    Ángel González, «Glosas a Heráclito»,
    Muestra, corregida y aumentada, de algunos
    procedimientos narrativos y de las actitudes
    sentimentales que habitualmente comportan
  • Soycompartió una citahace 3 años
    el hombre a quien yo había elegido parecerme.
  • Soycompartió una citahace 3 años
    Pensar era bueno, porque el pensamiento ahuyentaba a los cadáveres, transformaba en palabras y números a los asesinos y a sus víctimas, me obligaba a pensar en mí, ya no en los demás, y me imponía la necesidad de prometerme que yo nunca, jamás, por ninguna razón, ningún motivo, colaboraría, ni de cerca ni de lejos, en la desgracia, en el dolor, en la cárcel o en la muerte de nadie.
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