Focus

El temario de cualquier escuela de negocios que trate el tema de la estrategia incluirá dos elementos básicos: la explotación de tus ventajas actuales y la exploración de nuevas ventajas.

Los líderes con un fuerte enfoque externo no solo son buenos oyentes, también son buenos interrogadores. Son visionarios que pueden prever las consecuencias futuras de las decisiones que se toman y pueden imaginar cómo se de

En realidad, si analizas los tiempos de respuesta de una organización, obtendrás un esquema extraordinariamente preciso de la jerarquía que rige en ella. El jefe deja los correos electrónicos sin respuesta durante horas; en cambio,

ichard Davidson, neurólogo de la Universidad de Wisconsin, opina que las personas más preparadas para entender los contextos sociales muestran más actividad y conexiones entre el hipocampo y el córtex prefrontal que aquellas que no logran entenderlos o descifrarlos.

Los escáneres cerebrales han revelado que, cuando los participantes de esos estudios escuchaban relatos de gente sometida a algún tipo de dolor físico, los centros encargados de experimentar el dolor de su propio cerebro se encendían. Sin embargo, no ocurría lo mismo cuando se trataba de un dolor psicológico. En este caso, los centros neurálgicos relacionados con la preocupación empática y la compasión tardaban mucho más en activarse. Se necesita más tiempo para entender las dimensiones psicológicas o morales de una situación. Además, cuantas más distracciones nos afecten, menos capacidad tendremos para cultivar las sutiles formas de la empatía y la compasión.

Lograr que esa mezcla entre intuición y reflexión sea la correcta tiene grandes consecuencias. Aquellos que se dejan llevar por la intuición y los sentimientos sin reflexionar sobre ellos pueden sufrir más de lo necesario. En las profesiones que brindan atención a los demás, este factor puede llegar a desencadenar una «fatiga por compasión»; en los ejecutivos, puede provocar ansiedad por intentar controlar a personas o circunstancias que se encuentran más allá de su control. Pero, por otro lado, aquellos que se protegen escondiendo sus sentimientos pueden llegar a perder todo contacto con la empatía. La preocupación empática exige que gestionemos nuestra aflicción sin que nos quedemos atrapados en el dolor de los demás (ver el recuadro «Cuando la empatía debe controlarse»).

La preocupación empática, que está estrechamente relacionada con la empatía emocional, no solo te permite experimentar los sentimientos de los demás, sino que también te concede la capacidad de saber qué quieren los demás de ti.

Necesitas comprender tus sentimientos para entender los sentimientos de los demás».

Los circuitos ejecutivos que nos dan la facultad de reflexionar sobre nuestros propios pensamientos y analizar los sentimientos que emergen de ellos también nos permiten aplicar el mismo razonamiento para entender a las otras personas cuando decidimos dirigir la atención en ese sentido.

Son los que encuentran un espacio común donde relacionarse, los que aportan las opiniones más valoradas y con los que las otras personas quieren trabajar.