Quién sostiene tu escalera?
Miraba fijamente por la ventana mientras esperaba a que alguien me llamara para entrar al santuario. Yo era el orador invitado a una conferencia en la iglesia Evangel en Queens, Nueva York. Mientras meditaba en los puntos que deseaba cubrir, algo en la calle llamó mi atención.
Era un hombre, parado sobre una escalera, pintando. A simple vista no era algo inusual. Sonreí, recordando mis días de estudiante en la escuela bíblica. Había pasado mis veranos realizando esa clase de trabajo. Pero no podía quitar mi mirada del hombre. Por varios minutos miré sus agraciados movimientos mientras movía su brocha a través de la superficie.
«¿Quién le estará sosteniendo la escalera a ese hombre?», pregunté en voz alta, pues no alcanzaba a ver hasta la parte de abajo de la calle.
Mientras permanecí en el estudio del pastor Robert Johansso