Una corte de hielo y estrellas

Por los sueños atendidos, Rhys

—Te amo —susurró—. Más que la vida, más que mi territorio, más que mi corona.

Como ya sabes, todas las puertas están abiertas para ti. —¿Como Suprema Dama? —me atreví a preguntar. —Como una de nosotras

conocía mejor su propia mente, su propio corazón.

Por los sueños atendidos, Rhys.

Por las estrellas que escuchan, Feyre.

Construye una casa con un cuarto para los niños, Feyre.

Mucho tiempo atrás, cuando aún era un muchacho, ella los hizo… todos tus vestidos. Un ajuar para mi futura novia —tragó con dificultad—. Cada pieza… cada pieza que te he dado para que uses, las hizo ella. Para ti.

Era modista, allá en el campamento donde la criaron. No hacía el trabajo solamente porque se lo ordenaban. Lo hacía porque lo amaba. Y cuando fue pareja de mi padre, continuó haciéndolo.

Arriba: flores. En el medio: llamas.

Y en la capa de la base, la más ancha… estrellas.