Libros
Ian McEwan

Amor perdurable

Joe y Clarissa son una pareja feliz. Él se dedica a escribir sobre temas científicos, tras haber abandonado la investigación; ella es una profesora de literatura inglesa que regresa a Inglaterra tras un breve período de investigación en Harvard. Joe ha ido a esperarla al aeropuerto, y desde allí han marchado directamente a los verdes prados de las colinas de Chiltern, a un delicioso almuerzo campestre que aúna los refinados placeres del vino francés, la naturaleza y el reencuentro amoroso. Pero en medio de aquel sensato, civilizado paraíso, y casi sin que ellos se den cuenta, se introducirá una serpiente, inesperada e inocente, pero no por ello menos terrible. Los tripulantes de un globo, un anciano y su nieto, se ven en serias dificultades. El aerostato, incontrolado, sube en el aire con el niño dentro, y Joe y otros hombres presentes en el lugar corren a socorrerlo. Todo es cuestión de segundos, y en aquel extraño nudo de encuentros urdido por el destino, el muy racional Joe conoce a Jed Parry, un fanático religioso, un «Jesus freak» que se enamorará obsesiva e implacablemente del cada vez más horrorizado Joe… Ian McEwan, con una sutil ironía y su peculiar gusto por la comicidad más ominosa, urde una ambigua fábula moral, un thriller apasionante acerca de la naturaleza misma del amor, y su localización en la encrucijada entre la racionalidad y la locura.
294 páginas impresas
Publicación original
2012
Año de publicación
2012
¿Ya lo leíste? ¿Qué te pareció?
👍👎

Citas

  • Raquel Montañocompartió una citahace 4 años
    La copa que se tiene en la mano es un triunfo ya a nivel estético; su liquidez está en armonía con lo cotidiano, con la leche, el té, el café, el agua, y por tanto con la vida misma. Beber es algo natural, mientras que inhalar humo de hierba es muy distinto de respirar, como ingerir pastillas lo es de comer, y en la naturaleza no se da una picadura como la de la aguja, salvo la de un insecto. Un whisky de malta con agua mineral, una copa de chablis frío modifican la actitud pero sólo a pequeña escala, sin que se inmute la diáfana dimensión del mundo interior. Claro que hay que considerar la embriaguez, su grosería, vómito y violencia, y luego la cobarde adicción, el abandono físico y mental, y la muerte degradante y horrible. Pero ésas son las consecuencias del simple abuso que brota, como el burdeos de la botella, de la debilidad humana, de un defecto de carácter. No
  • Alicia Sandovalcompartió una citahace 3 años
    Vivíamos en una bruma de percepciones difíciles de compartir, poco fiables, y nuestros datos sensoriales estaban deformados por un prisma de deseos y convicciones que también afectaba a la memoria
  • Alicia Sandovalcompartió una citahace 3 años
    Nada podía demostrar su error, nada se requería para demostrar su acierto

En las estanterías

fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)