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Libros
Emir Andrés Ibañez

Los años rotos

  • Priscila Talaveracompartió una citahace 3 años
    Los chicos discuten porque alguien los empujó o porque hicieron trampa en algún juego. No discuten por el miedo a separarse y quedarse solos.
  • Priscila Talaveracompartió una citahace 3 años
    Pero, por más que seamos multitudes levantando los brazos al aire, no podremos detener la lluvia con las manos.
  • Priscila Talaveracompartió una citahace 3 años
    Por más que no era su intención y por más que, a un nivel metafísico y espiritual, o como diantres sea, ella dijera que “no me estaba dejando” en realidad sí lo hacía. No hay manera de decirme que no me estás dejando cuando te estás yendo.
  • Priscila Talaveracompartió una citahace 3 años
    Caro, al igual que yo, también encontraba allí un respiro para tanto control y censura, pero ella corría con la desventaja de ser mujer y adolescente. Y, al parecer, había que desconfiar de las mujeres adolescentes. Había que controlarlas, decirles lo que tenían que hacer y a qué hora tenían que volver. Había que tenerlas cortitas.
  • Priscila Talaveracompartió una citahace 3 años
    —Tenés que curarme los miedos.
    Si había alguien que me podía ayudar, era ella. Siempre tenía una solución para todo. Tilo para los nervios, poleo para el empacho, palosanto para las malas energías. Incluso tenía un método infalible para que aparezcan cosas perdidas: agarraba un repasador de la cocina, le hacía un nudo en el extremo y recitaba en voz alta: “Poncio Pilatos, las bolas te ato, si no aparece [tal cosa], no te las desato”. Yo te juro que, a los cinco minutos, lo perdido aparecía.
    Me miró un buen rato con el mate entre los labios.
    —Esas cosas no se curan, Pablito. Se superan.
  • Priscila Talaveracompartió una citahace 3 años
    —Tenés que curarme los miedos.

    Si había alguien que me podía ayudar, era ella. Siempre tenía una solución para todo. Tilo para los nervios, poleo para el empacho, palosanto para las malas energías.
  • Priscila Talaveracompartió una citahace 3 años
    ¿Pero cómo seguir jugando un juego en el que no te explican bien las reglas y simplemente tenés que ir saltando los casilleros esperando no caer en un agujero sin fondo?
  • Priscila Talaveracompartió una citahace 3 años
    Lo más emotivo fue que, en ese momento de confusión y ruido durante los aplausos, recorriendo la mirada entre tanta gente algo me llamó la atención. Papá estaba en el medio de la multitud, con su camisa lisa y de mangas cortas. Sonreía y aplaudía sobre su cabeza, como los directores técnicos de los partidos de fútbol que tanto miraba.
  • Priscila Talaveracompartió una citahace 3 años
    Podía correr y esconderme. Nadie se daría cuenta de que abandoné el juego y podría volver cuando ya nadie se acordara.
  • Priscila Talaveracompartió una citahace 3 años
    Por aquella época aún no había dejado su obsesión por esos animales ya extintos pero también estaba comenzando a interesarse por las motos y los autos, producto de pasar todo el día en el taller de su padre. A mí no me interesaba ninguno de los dos temas pero él siempre escuchaba callado los cuentos que leía o las historias que le inventaba, así que estábamos a mano.
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