En «El Color que Cayó del Cielo» de H.P. Lovecraft, un misterioso meteorito se estrella en una granja rural de Nueva Inglaterra. El meteorito emite un color espeluznante e indescriptible que corrompe la tierra y vuelve locos a la flora, la fauna y, finalmente, a los habitantes de la zona. A medida que los extraños fenómenos se intensifican, el entorno de la granja, antaño próspero, se deteriora hasta convertirse en un paisaje de pesadilla que revela el horror cósmico de una fuerza alienígena incomprensible.