Kiera Cass

La reina

Avisarme cuando se agregue el libro
Para leer este libro carga un archivo EPUB o FB2 en Bookmate. ¿Cómo puedo cargar un libro?
  • Sr Bookmatecompartió una citahace 7 años
    —Has guardado mis secretos. Te aseguro que, si te casas conmigo, habrá muchos más secretos que guardar. No me juzgas ni pareces agitarte demasiado. Me das paz. —Sus ojos buscaron los míos—. Busco la paz desesperadamente. Creo que eres la única oportunidad que tengo de conseguirla.
    —¿El centro de tu tormenta? —dije yo, sonriendo.
    Él suspiró, aliviado.
    —Sí.
  • Adriana Peralta Casqueracompartió una citahace 4 años
    —Tú serás lo único en este mundo que es mío de verdad. Y te voy a poner en un pedestal tan alto que será impensable que alguien pueda no adorarte.
  • paz y maycompartió una citahace 4 meses
    Es demasiado pedir un trabajo que no odies o contar con algo propio que sabes que no puedes perder? ¿Es demasiado pedir? ¿Incluso para alguien desgraciado?
  • Nicoll Silvacompartió una citahace 2 años
    Tú serás lo único en este mundo que es mío de verdad. Y te voy a poner en un pedestal tan alto que será impensable que alguien pueda no adorarte
  • Nicoll Silvacompartió una citahace 2 años
    Es una sensación extraña cuando descubres cuánto le importas a gente a quien pensabas que no le importabas nada. O descubrir que, cuando te vas desintegrando lentamente, otra gente lo sufre también en menor medida.
  • Nicoll Silvacompartió una citahace 2 años
    Solo comía cuando creía que la gente me miraba. Solo dormía cuando estaba demasiado agotada como para no hacerlo. A mi cuerpo no le importaba yo, así que ¿por qué iba a preocuparme yo por él?
  • Nicoll Silvacompartió una citahace 2 años
    Todas parecían de mejor humor. En lugar de preocuparnos por el protocolo o de mantener unas formas impecables, nos permitíamos ser las chicas que éramos antes de que nos seleccionaran, las chicas que éramos en casa.
  • Nicoll Silvacompartió una citahace 2 años
    una risa profunda, genuina, de esas que no puedes cortar aunque lo intentes. Así que sabía reír. Era algo que tenía enterrado, oculto detrás de todo lo que estaba obligado a sentir, a pensar y a gestionar. Ahora lo entendía todo mucho mejor. No volvería a juzgar sus sonrisas, que bastante trabajo le costaban.
  • Antoniacompartió una citahace 3 años
    no des motivo a nadie para que dude de tu competencia
  • Nayeli Cortéscompartió una citahace 3 años
    El hecho de que nadie lo supiera lo hacía aún mejor; de algún modo, era algo más sagrado, algo que conservar como un tesoro.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)