la mar. Esa amante que hechiza el alma de los marinos, seduce a su espíritu con sueños de soledad lejos de la costa, hipnotiza su mente con el susurro de las olas chocando contra el casco y, finalmente, toma sus cuerpos con el frenesí de una tormenta hasta dejarlos tan exhaustos que a veces incluso pierden la vida.