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Libros
Philipp Blom

Gente peligrosa

  • Talia Garzacompartió una citahace 3 años
    Dedico este libro a él y a todos los jóvenes
    de su edad que son lo bastante curiosos para preguntar
    quiénes somos y lo bastante valientes para imaginar
    quiénes podríamos llegar a ser.
  • Talia Garzacompartió una citael año pasado
    el ginebrino terminó odiando la Ilustración que defendía Diderot, una vida libre del miedo a lo desconocido, sin asco por uno mismo, una aceptación lúcida y serena de nuestro lugar en el mundo como simios muy inteligentes y con conciencia moral.
  • Luis Alberto Barqueracompartió una citahace 4 años
    Evans-Pritchard, Nuer Religion (Oxford, Clarendon, 1956).
  • Luis Alberto Barqueracompartió una citahace 4 años
    creían que esos instintos fuesen pecaminosos; de hecho, el enfoque protoevolucionista de Buffon les había enseñado que la pasión no era sólo un objetivo deseable para los hedonistas, sino la materia misma de la que está hecha la vida. La pasión no era un obstáculo en el camino hacia la felicidad; era la felicidad. O podía serlo si se lograba organizar la sociedad de modo tal que permitiera que las pasiones saludables florecieran, en lugar de reprimirlas y obligar a ocultarlas. La agenda emocional de la Ilustración radical fue, en última instancia, una agenda moral.
  • Luis Alberto Barqueracompartió una citahace 4 años
    Sin embargo, los lectores, sobre todo los de sexo masculino, valoraban mucho los detalles, y en el mercado del deseo se podía conseguir de todo. Durante la década de 1740, cuando D’Holbach, Diderot y sus amigos eran unos jóvenes rebeldes que acababan de dejar atrás la adolescencia, se publicó un gran número de novelas
  • Luis Alberto Barqueracompartió una citahace 4 años
    El esfuerzo intelectual, la imaginación y la reacción física se fundían allí en un solo momento delicioso.
  • Luis Alberto Barqueracompartió una citahace 4 años
    ¿Por qué la gente cree en Dios?, se preguntaba el barón, y concluía que sólo podía deberse a la ignorancia y el miedo. Igual que las naciones y las sociedades, la gente había vivido en la oscuridad más completa respecto de las verdaderas causas de los fenómenos naturales. Al final, la ciencia reemplazaría las antiguas supersticiones explicando las fuerzas en funcionamiento en la naturaleza y mostrando la clara conexión de causa y efecto, pero para nosotros, según D’Holbach, puede ser más difícil aceptar los mecanismos ciegos de la necesidad que el propósito oculto de la creación de inspiración divina.
  • Luis Alberto Barqueracompartió una citahace 4 años
    Si confiamos en nuestros sentidos, comprenderemos que el mundo sólo es materia y movimiento, y que está estrictamente gobernado por la necesidad, por la causa y el efecto. Se trata de una idea fundamental para D’Holbach, y permite comprender más fácilmente por qué no podía seguir a Hume en su psicología de los hábitos de la percepción. D’Holbach necesitaba una roca sobre la cual construir su sistema, y la encontró en la pura necesidad de Spinoza, en la duda de Descartes y en la física de Newton, no en la clase de escepticismo empírico que no admitía la solidez siquiera
  • Luis Alberto Barqueracompartió una citahace 4 años
    Una vez que aceptamos la mortalidad del cuerpo y el alma, comprendiendo la muerte no como sufrimiento eterno, sino simplemente con un estado de no ser, desaparece el mayor terror que empaña la vida. Se puede descartar el miedo al infierno, y con él la «negrura de la muerte» que estropea cada aspecto de la vida mortal con el miedo a lo desconocido y a la otra vida.
  • Luis Alberto Barqueracompartió una citahace 4 años
    Como su maestro Epicuro, Lucrecio abogó apasionadamente en contra del miedo a la muerte y a la vida después de la muerte. La mente misma está hecha de átomos sumamente delicados y,
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