Los desheredados

La ingratitud: he aquí de qué muere una cultura.

No creo en el choque de culturas sino en el choque de inculturas: el más agresivo es el que, desprovisto de herencia, no sabe quién es ni de dónde viene, el que no está suficientemente familiarizado con una lengua como para abrirse a otras.

Pero las culturas son particulares: cada una de ellas, con su lengua, sus prácticas, sus ritos, su tradición, porta una visión singular del mundo