José Donoso

Diarios, ensayos, crónicas. La cocina de la escritura

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  • Micacompartió una citahace 7 meses
    —¿Cómo convertir en palabras la pintura, que es un lenguaje en sí, sin que en esta traducción pierda lo más vital
  • Micacompartió una citahace 7 meses
    —¿Cómo convertir en palabras la pintura, que es un lenguaje en sí, sin que en esta traducción pierda lo más vital
  • Micacompartió una citahace 7 meses
    Quién reclamará mi cadáver? ¿Quién se hará cargo de mis viejas piedades? ¿Soledad, aridez, no amor, no recuerdo? Muerte de mis padres».
  • Eugeniacompartió una citahace 3 años
    Ya hemos dicho que Tolstoy es una excepción, por muy grande que sea. Más típicos son los casos como el de Balzac, el de Proust, el de Virginia Woolf, todos pertenecientes a una clase social, o una «no clase social» bastante curiosa: a los estratos más bajos de la clase alta, o a los más altos de la burguesía. En este sentido son y además se sienten, marginales de una y otra clase. Esta ambigüedad produce en ellos una falta de identidad, una curiosidad, una voracidad por explorar y entender justamente esto: qué y quiénes son, donde están colocados, cuáles son los matices sociales que los condenan o los exaltan, y a quiénes y por qué condenan y exaltan. En estos tres casos por lo menos la ambigüedad social es el motor mismo de su arte
  • Eugeniacompartió una citahace 3 años
    Pero las novelas de Virginia Woolf, ambientales y vaporosas pero lúcidas a la vez —pensemos en Orlando, en Mrs. Dalloway, en Las olas, donde encontramos un pasaje que dice: «En un día tan bello como este no soporto que existan las dependientas de tienda»— es en gran parte comentario de matices sociales y los rencores e inseguridades que de esta situación surgen. Ella también era en cierto sentido marginal a la clase más poderosa: relacionada por parentescos con la aristocracia, no pertenecía a ella porque su padre, sir Leslie Stephen y su mundo era el mundo intelectual, y su relativa modestia económica —tenían siete criadas, pero ningún criado masculino, lo que era un matiz de consideración— la marginaba pese a tener parentela tres haut placée.
  • Mosca Matamoscacompartió una citahace 3 años
    ABC en diversos fondos bibliográficos madrileños. Donoso no se los mencionó a García-Huidobro
  • Sharly Ramírezcompartió una citahace 4 años
    Gracia continuó diciendo:
    —Es difícil explicar la pintura ya que el observador debe, antes que nada, saber mirar; saber mirar una pintura no es cosa de cultura, sino de sentir. Y esto es lo extraño de esta época, que con el maleamiento de una cultura a medias, por vías de la verdadera cultura, hay que enseñar a sentir naturalmente
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