La moda siempre ha apasionado a los venezolanos. Los primeros en darse cuenta de ello fueron los curas en la época hispánica. Los viajeros que recorrieron el país en el siglo XIX también prestaron atención a esta pasión arrebatadora, quedando pasmados ante sus incontables variables. El historiador Antonio de Abreu Xavier nos revela que esta pasión no solo tiene que ver con trapos, zapatos y adornos, sino que también atañe a los ademanes más inverosímiles, los gestos más afectados, el empleo de palabras rimbombantes y hasta expresiones en otras lenguas que dan cuenta de la supuesta cultura de quien las emplea. En esta revelación radica la importancia de este libro, que no solo penetra en la fascinación criolla por el “fashion”, vale decir, en ese gusto irrefrenable por ponerse un vestido a la última moda o calzarse el zapato más lujoso, en aras de verse y sentirse bien, ante el espejo y terceros, sino también en implicaciones con la dieta, la salud y el presupuesto familiar. Es una pasión que llega hasta el presente, que toca a todas las clases sociales, sin distinción de género: no en vano, los venezolanos son considerados por los analistas del comportamiento de consumo uno de los grupos sociales más vanidosos del planeta.