“Otro aspecto importante es no desesperarse en desear construir la ‘casa de los sueños’, tener el palacio o el edén. Recomiendo pensar fríamente que este proyecto es una inversión como cualquier otra. Además, como cristianos debemos recordar la importancia de no hacernos tesoros en la tierra; muchos caemos en la tentación de transformar nuestra vivienda en un tesoro terrenal.