Ah, esto está de puta madre.
—Es como beber cicuta.
Lane se pasó la mano por el pelo.
—Espero poder vivir lo suficiente como para escuchar esta oferta. Cuéntame de qué se trata.
—¿Sueles escuchar pódcast?
—¿Pódcast? Sí, escuché uno sobre la pesca de lubina antes de viajar a Florida el año pasado. No me ayudó.
—Pues son lo último en cuanto a popularidad. La radio, a través de los pódcast, está volviendo a cobrar relevancia. Es un fenómeno similar a lo que sucede en la televisión. La cantidad de gente que ve programas de televisión ha disminuido, pero cada vez más gente ve contenidos por streaming. La radio sigue el mismo camino. Ya nadie escucha la radio, pero todo el mundo descarga pódcast. Desde política a paternidad zen, hay algo para cada uno dentro del universo de los pódcast. Pero hay un género en particular que genera audiencias multitudinarias: los crímenes reales. Justo a tu medida. La mayoría de estos pódcast simplemente hablan de antiguos crímenes e intentan contar las historias de manera distinta, única.