Zen Cho

La mujer de terracota

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En la décima corte del infierno, los espíritus que son lo bastante ricos pueden sobornar a los funcionarios del inframundo y así librarse de terribles tormentos y de la temida reencarnación. ¿Quién quiere reencarnarse pudiendo disfrutar eternamente de comodidad y riquezas?

Es una no-muerte cómoda incluso para Siew Tsin, casada a su pesar con el hombre más rico del infierno y sin ninguna expectativa ni intereses futuros. Hasta que su marido trae a casa a una nueva esposa… Yonghua es una mujer artificial hecha de terracota, y su mera existencia pondrá el inframundo patas arriba.

La mujer de terracota es un sorprendente relato que aúna la sátira y la esperanza, que trata temas como la corrupción y el empoderamiento femenino en el contexto de la mitología y las fascinantes leyendas asiáticas.

Nuestra edición, que cuenta con las bellas ilustraciones de la artista QU Lan, incluye un posfacio a cargo de Wang Xing y las editoras, introducción de la autora y unas palabras de la ilustradora. Traducido del inglés por Rebeca Cardeñoso.
Este libro no está disponible por el momento.
65 páginas impresas
Propietario de los derechos de autor
Bookwire
Publicación original
2021
Año de publicación
2021
Artista
QU Lan

Otras versiones

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Opiniones

  • Ana Saenzcompartió su opiniónhace 10 meses
    👍Me gustó
    🔮Profundo
    💡He aprendido mucho
    🐼Adorable

  • Montserrat Montes de Ocacompartió su opiniónhace 2 años
    👍Me gustó
    🔮Profundo
    💡He aprendido mucho
    💞Romántico
    🚀Adictivo

Citas

  • zafiroboliviacompartió una citahace 9 meses
    —¿Me recordarás cuando vuelva?
    —Por supuesto. Te echo de menos cada vez que te vas.
  • zafiroboliviacompartió una citahace 9 meses
    Es un gran sufrimiento conocer solo la juventud.
  • zafiroboliviacompartió una citahace 9 meses
    El puente no llevaba a ningún sitio, no tenía fin. Los valientes saltaban y se sumergían en el mar desconocido, mientras los cobardes se arrastraban palmo a palmo hasta que la luz se los tragaba. Pero el final era el mismo. Era un principio.
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