Manual de oración positiva

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén” (Flp. 4:19-20).

Concluye la sesión de oración con una frase como la que Jesús utilizó ante la tumba de Lázaro: Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sé que siempre me oyes.

Jesús dijo: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”. Padre-Madre Dios, pido, busco y llamo. Y sé que Tú estás obrando para que se manifieste (aquí dices una frase que resuma el propósito de la oración, por ejemplo: la salud perfecta, las soluciones correctas, el orden divino, la justicia, la paz y la armonía, la provisión abundante, etc.)

con justicia por una petición insistente, con certeza Dios no la demoraría (Lc. 18:1-8).
Jesús también abogó por la persistencia en la oración cuando dijo: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Mt. 7:7). La palabra llamad sugiere repetición. La palabra abrirá implica la eliminación de una barrera. La oración repetida elimina cualquier barrera mental entre nosotros y nuestro reconocimiento del bien que buscamos o entre nuestra conciencia y la guía que necesitamos para colaborar con la manifestación de nuestro

A veces, cuando el que escribe la carta encuentra el pasaje bíblico donde colocar su carta que más se aplique a su petición, junto con ello él o ella recibe la respuesta.

Esta persona escogió el pasaje cuando Jesús les dijo a sus discípulos que se amaran tal como Él los había amado, el cual se encuentra en Juan 13:34-35.

LA ORACIÓN DE SIETE PASOS

En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo” (Jn. 16:33).

y, por lo tanto, debemos eliminarlas.
Ten paciencia contigo mismo. Perdónate, da gracias a Dios por volverte consciente de cualquier error y utiliza las sugerencias en este libro como ayuda para eliminar las palabras y acciones que no puedan ser dedicadas a la gloria de Dios.

. Dedica cada palabra y acción a la gloria de Dios.
Ya que vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser en Dios, cualquier cosa que digamos o hagamos la estamos diciendo o haciendo en Su presencia y se convierte en un tipo de oración. Si conscientemente dedicamos cada palabra y acción a la gloria de Dios, encontraremos que hay algunas palabras y acciones que no podremos dedicar