Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 años
—¿Y no quieres nada?—pregunté. —Nada imposible—respondió, adivinando lo que yo sentía—. Tú te mojas la cabeza—añadió acariciándome como si fuese una niña y pasando una vez más su mano por mis cabellos—, y envidias a las hojas y a la hierba porque las moja la lluvia. Te gustaría ser la hierba y las hojas, y también la lluvia. Yo sólo me alegro de que existan, como me alegro de todo lo que en este mundo tiene belleza, juventud y felicidad
Martha Lunacompartió una citahace 2 meses
¡Vaya, vaya! Tú sacrificas —puso un acento especial en esa palabra— y yo sacrifico. ¿Acaso puede haber algo mejor? Una lucha de generosidades. ¿No es eso la felicidad conyugal
Beatriz ACcompartió una citael año pasado
Ahora me resulta difícil recordar y comprender esos sueños que entonces colmaban mi fantasía. Y cuando logro recordarlos, me cuesta creer que esos fueran mis sueños. Así de extraños y de alejados de la vida estaban.
Beatriz ACcompartió una citael año pasado
No, no sólo señorita, una mala señorita que sólo se siente viva cuando la admiran, pero en cuanto se queda sola, se marchita y nada le hace gracia; todo para presumir, y nada para sí misma.
Beatriz ACcompartió una citael año pasado
No está bien no saber soportar la soledad —dijo—. Acaso usted… ¿señorita?
Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 años
De nuevo su presencia, su voz sencilla, buena, me hizo cambiar de idea y pensar que no todo estaba perdido. ¿Qué más puedo desear? Es bueno, es dulce, es un buen marido, un buen padre, ni siquiera sé qué me falta
Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 años
«No era eso lo que decías hace tiempo sobre tu felicidad—pensé—. No importa lo grande que fuese, siempre decías que querías algo más. Y ahora estás tranquilo y contento, ahora que yo tengo en el alma una especie de arrepentimiento no expresado y unas lágrimas no lloradas»
Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 años
En mí todo es incoherente, incompleto, siempre quiero algo; en cambio, aquí todo es tan maravilloso, tan apacible… ¿Acaso a ti no te embarga una cierta nostalgia de disfrutar de la naturaleza, como si quisieras algo imposible y lamentaras algo pasado?
Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 años
¿No lamentas nada del pasado? —¡No!—repitió—, estoy agradecido por él, no lo lamento. —Pero ¿no te gustaría recuperarlo?—dije. Me dio la espalda y se puso a mirar el jardín. —No me gustaría, como no me gustaría que me salieran alas—dijo—. ¡Es imposible
Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 años
No habría sucedido que, sin ser frente a ti culpable de nada, me vea ahora castigada con tu indiferencia, con tu desprecio incluso—dije de pronto—. No habría sucedido que sin tener yo culpa alguna de pronto me quites todo lo que para mí era querido