Platon

El banquete o del Amor (Anotado)

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Hay un banquete al que van invitados muy importantes, entre ellos Sócrates. En este banquete, Erixímaco propone que cada uno de los presentes haga un discurso en alabanza del Amor, de Eros. Todos aceptan, incluso Sócrates, que llega a decir que él sólo conoce de amor.

Ebook con :
– un prólogo del traductor
– Observaciones
sobre el orden de los Diálogos
– Un tabla interactiva de contenidos
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111 páginas impresas
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Citas

  • Cristian Aristizabalcompartió una citahace 4 años
    porque no hay hombre tan cobarde a quien el Amor no inspire el mayor valor y no le haga semejante a un héroe.
  • Cristian Aristizabalcompartió una citahace 4 años
    —«El Amor es un gran dios, muy digno de ser honrado por los dioses y por los hombres por mil razones, sobre todo, por su ancianidad; porque es el más anciano de los dioses. La prueba es que no tiene padre ni madre; ningún poeta ni prosador se le ha atribuido. Según Hesíodo[4], el caos existió al principio, y enseguida apareció la tierra con su vasto seno, base eterna e inquebrantable de todas las cosas, y el Amor. Hesíodo, por consiguiente, hace que al caos sucedan la Tierra y el Amor. Parménides habla así de su origen: el Amor es el primer dios que fue concebido[5]. Acusilao[6] ha seguido la opinión de Hesíodo. Así, pues, están de acuerdo en que el Amor es el más antiguo de los dioses todos. También es de todos ellos el que hace más bien a los hombres; porque no conozco mayor ventaja para un joven, que tener un amante virtuoso; ni para un amante, que el amar un objeto virtuoso. Nacimiento, honores, riqueza, nada puede como el Amor inspirar al hombre lo que necesita para vivir honradamente; quiero decir, la vergüenza del mal y la emulación del bien. Sin estas dos cosas es imposible que un particular o un Estado haga nunca nada bello ni grande. Me atrevo a decir que si un hombre, que ama, hubiese cometido una mala acción o sufrido un ultraje sin rechazarlo, más vergüenza le causaría presentarse ante la persona que ama, que ante su padre, su pariente, o ante cualquiera otro. Vemos que lo mismo sucede con el que es amado, porque nunca se presenta tan confundido como cuando su amante le coge en alguna falta. De manera que si, por una especie de encantamiento, un Estado o un ejército pudieran componerse de amantes y de amados, no
  • Cinthia Segoviacompartió una citahace 9 meses
    Los órganos de la generación habían quedado del lado de la espalda, de suerte que cuando las mitades separadas, atraídas por el ardor del amor, se aproximaban la una a la otra, no podían engendrar: la raza se perdía.

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