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Rae Carson

Las sabidurías de la antigüedad

  • b8599265995compartió una citael año pasado
    La historia es débil con los ganadores y despiadada con los perdedores.
  • Ángel Filiocompartió una citahace 2 años
    Pues, al salir triunfadores, Platón, los estoicos y el cristianismo imponen su lógica: odio al mundo terrenal, aversión a las pasiones, las pulsiones y los deseos, desacreditación del cuerpo, el placer y los sentidos, sacrificados a las fuerzas nocturnas, a las pulsiones de muerte. Es difícil pedir a los vencedores que escriban objetivamente la historia de los vencidos...
  • Ángel Filiocompartió una citahace 2 años
    Es difícil pedir a los vencedores que escriban objetivamente la historia de los vencidos...
  • Ángel Filiocompartió una citahace 2 años
    destacaría el papel de la Iglesia oficial desde los primeros siglos de la era común en la organización voluntaria, deliberada y programada de esta erradicación de todo pensamiento anterior a su reinado temporal o que no se adhiriera a su sistema ideológico: destrucción de manuscritos, incendio de bibliotecas, persecución de filósofos, cierre de sus escuelas, asesinato de los recalcitrantes, con Hipacio como figura emblemática, codificación jurídica (Teodosio, Justiniano) de la aniquilación de la cultura pagana.
  • Miguel Ángel Vidaurrecompartió una citahace 4 años
    que Platón detesta por igual en los sofistas es que democraticen la cultura y el saber, intervengan en lugares públicos, no escojan su auditorio, no lo confinen en un recinto separado del mundo –la Academia, por ejemplo–, y acepten una interacción con él según el principio de preguntas y respuestas; que se mezclen con la plebe, con quienquiera que se acerque, con gente común, con extraños a la nobleza, y que trabajen a cielo abierto, pecados todos ellos mortales para el filósofo de sangre azul.
  • Miguel Ángel Vidaurrecompartió una citahace 4 años
    No hay que olvidar la extracción aristocrática de Platón, pues ella explica muchas cosas, sobre todo su desprecio de los sofistas, que cobran por sus lecciones. En efecto, casi todos provienen de la clase media y ninguno dispone, como Platón, de ingresos familiares que le permitan vivir sin trabajar ni obtener dinero de sus talentos y saberes. Platón detesta la mediación del salario, como todos los individuos con tanta riqueza como para darse el lujo de despreciar la trivialidad del dinero. Itinerantes, originarios de medios modestos, los sofistas disponen de ese único recurso para asegurarse la subsistencia.
  • Miguel Ángel Vidaurrecompartió una citahace 4 años
    Así –pues también es presentado como el maestro de Pirrón, figura emblemática del escepticisimo–, Anaxarco un día se habría perdido y luego hundido en una ciénaga, mientras Pirrón pasaba por allí. El filósofo de la suspensión del juicio, de la duda, fiel a su indolencia filosófica y a su indiferencia existencial, habría dejado a Anaxarco abandonado a su desventura y seguido su camino como si nada... En lugar de disgustarse, enfadarse o sentirse resentido, el Bienaventurado elogia la impasibilidad, la flema y la gran sabiduría de Pirrón, que se había ido a cepillar sus cerditos, cosa que tanto le gustaba.
  • Miguel Ángel Vidaurrecompartió una citahace 4 años
    probable que haya sido el discípulo de Demócrito, ¡otra vez un presocrático de ocasión! También acompañó a Alejandro en su conquista de Asia y se encontró –pero ¿quién escribirá un día la historia de estos filósofos desconocidos?– con los gimnosofistas indios, de quienes tomó lecciones. En cuanto a lo demás, fuera de dos o tres anécdotas, nada ha subsistido. Anaxarco el Bienaventurado se llevó a la tumba, desconocida también ella, los secretos de tan deseable apodo
  • Miguel Ángel Vidaurrecompartió una citahace 4 años
    verdad que en aquella época la manía clasificatoria no era equivalente a la de hoy y que un filósofo se fabricaba sin problema su modesto pensamiento personal «copiando y pegando» fragmentos tomados de diferentes doctrinas. Se tomaba lo que presentaba interés, sin preocupación alguna por merecer la etiqueta de discípulo ortodoxo: el pensamiento pertenecía a todo el mundo y el sincretismo, si conducía a la sabiduría, merecía respeto.
  • Miguel Ángel Vidaurrecompartió una citahace 4 años
    Quejarse no sirve de nada, ni tampoco llorar, y menos aún gemir. La alegría procede también del espectáculo de la miseria de los demás, como recordará Lucrecio: hay una satisfacción en ver que el mal actúa en otro sitio y nos deja de lado. Pasión maligna, sin duda, pero eficaz: no se trata de complacerse de las miserias que abruman a los demás, sino de comprobar el movimiento del mundo y la necesidad de que un día nos ocurra a nosotros lo mismo que a los demás. Pero mientras esperamos la catástrofe, ya que tarda en llegar, sepamos gozar de la paz, de la calma anterior a la tempestad.
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