El arte de transitar el duelo

como este de las labores del primero. Sin embargo, un corazón herido es un mal gobernante, y un cuerpo herido, un mal sirviente

cuerpo necesita del gobierno del corazón tanto

La madurez nos enseña enseguida lo abundantes y graves que son las miserias. No obstante, es difícil enumerarlas todas, pues en la edad adulta son habituales los trastornos del ánimo y los problemas existenciales, monetarios y de estatus.

Hay que ayudar a las personas tan desgarradas de dolor que no se valen por sí mismas. Por eso los estoicos afirman que el dolor recibe el nombre de lupe, pues destruye por completo a la persona.

la reflexión diaria nos acostumbra a pensar que morir no es malo y que nuestra obligación es no darle importancia y afrontarlo con aplomo.

cuando llegue el fin de la vida que nos ha concedido la naturaleza, volveremos a disfrutar de su agradable compañía y seguiremos viviendo felices junto a ellos.

La vida es una habitación alquilada por un tiempo, no una residencia permanente. Cuando toque devolver la llave, hagámoslo con la alegría de quien se va de un hotelucho horrendo y, como han hecho siempre los sabios, pongámonos en camino hacia el futuro con la alegría de quien regresa a casa.

Aguanta, corazón, que ya antes soportaste cosas más indignas [...].

El ser humano ha venido al mundo a expiar errores. Empeñarse en calificarlo de feliz o de bienaventurado es pura ingenuidad. La vida es muerte, y el alma no vive de verdad hasta que se fuga de la prisión del cuerpo y alcanza la inmortalidad.

Sé que conoció la felicidad, pero, como dicen los sabios, el sabor de unas pocas desgracias amarga, a veces por completo, el de una vida venturosa.