Lo que se hoy ofrece no es buddhismo, es New Age. Y cualquier investigación nos lleva a los mismos autores y traductores. Y no es que sea curioso. El buddhismo estaba en estertores de muerte, una vez más como otras tantas a lo largo de su Historia, y vino alguien a revivirlo. Y esta vez fue la Sociedad Teosófica. Logró que el budismo no cayera fagocitado ante los misioneros jesuitas y lo “salvó” reviviéndolo, pero, claro está, dándole ese sabor teosófico que es lo que impregna al budismo hoy. Un toque que corrompe el verdadero significado del Dhamma del Buddha y que ha contribuido a afianzar la ignorancia incluso en aquellos que buscaban la verdad. Si el agua tiene sed, nada hay que se pueda hacer. Contiene una traducción al español del Buddhacarita.