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Sarah J.Maas

Una corte de llamas plateadas

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  • fraymar tejedacompartió una citahace 2 meses
    Rhys miró con asombro durante todo un rato antes de volverse hacia Nesta, que se había apartado de la cama y ahora estaba junto a la Máscara. Detrás de ella, la Corona y el Arpa estaban en el suelo. Cassian contuvo la respiración mientras aquellos dos se miraban el uno al otro.
    Entonces Rhys cayó de rodillas y tomó las manos de Nesta entre las suyas, y apretó su boca sobre sus dedos.
    —Gracias —dijo llorando, con la cabeza inclinada. Cassian sabía que no fue en agradecimiento por la propia vida de Rhys que este se arrodilló encima de los tatuajes entintados de sus rodillas.
    Nesta se dejó caer sobre la alfombra. Levantó la cara de Rhys en sus manos y observó lo que había en ella. Luego puso sus brazos alrededor del alto lord de la Corte Noche y lo abrazó con fuerza.
  • fraymar tejedacompartió una citahace 2 meses
    Su pareja. Su amor. Su amigo. La luz dentro de su pecho se iluminó hasta parecer un sol radiante.
  • fraymar tejedacompartió una citahace 2 meses
    Una sombra veloz sobre ella, seguida de un susurro de alas, y Nesta no necesitó mirar para saber quién volaba allá arriba, cuidando que todo estuviera a salvo. Que ella estuviera a salvo.
    Entrometido. Pero también le lanzó un suave beso a Cassian.
    Su pareja. Su amor. Su amigo. La luz dentro de su pecho se iluminó hasta parecer un sol radiante.
  • fraymar tejedacompartió una citahace 2 meses
    Así que Nesta abrazó a su hermana con fuerza, con el Tiempo detenido alrededor de ellas.
    —Si me muestras cómo salvarla —susurró—, puedes tenerlo de vuelta.
    El mundo se detuvo. Mundos más allá del de ellas se detuvieron.
    Nesta metió su rostro en el sudor frío del cuello de Feyre. Abrió ese lugar dentro de ella, y le habló a la Madre, al Caldero.
    —Te devolveré lo que te quité. Solo enséñame cómo salvarlos… a ella y a Rhysand y al bebé. —Rhysand…, su hermano. Eso es lo que era él, ¿no? Su hermano, que le había brindado amabilidad incluso cuando ella sabía que él hubiera querido estrangularla. Y ella a él. Y él bebe…, su sobrino. Sangre de su sangre. Ella lo iba a salvar, los salvaría a los tres, aunque se lo llevara todo—. Enséñame —suplicó.
    Nadie respondió. El Arpa dejó de resonar.
    Cuando volvió el Tiempo, el ruido y el movimiento rugieron en la habitación, y Nesta le susurró al Caldero su promesa que se elevó por encima del estruendo.
    —Te lo devuelvo todo.
    Y una mano suave e invisible le rozó la mejilla a manera de respuesta.
  • fraymar tejedacompartió una citahace 2 meses
    Feyre entrelazó su brazo con el de él.
    —Te he echado de menos, amigo mío.
    Helion le dio unas palmaditas en la mano.
    —Lo negaré hasta la tumba si se le dices a alguien, pero también te he echado de menos, Rompemaldiciones.
  • fraymar tejedacompartió una citahace 2 meses
    A Rhys tampoco le iba a importar. A ninguno de ellos. Ese muchacho ya era amado.
  • fraymar tejedacompartió una citahace 2 meses
    a Cassian no le importaba si el hijo de Rhys heredaba su inmenso e impresionante poder, o apenas una gota.
    A Rhys tampoco le iba a importar. A ninguno de ellos. Ese muchacho ya era amado.
  • Dania Hernándezcompartió una citahace 7 meses
    Mata», había dicho ella. Pero no había especificado a quien.
  • Dania Hernándezcompartió una citahace 7 meses
    —¿Hicisteis un trato para morir juntos? —intervino Azriel.

    —Tontos —susurró Amren—. Tontos románticos e idealistas.
  • Dania Hernándezcompartió una citahace 7 meses
    Les pedí a los músicos de la Ciudad Tallada que tocaran todo de nuevo para mí, además de algunas de sus favoritas. —Movió la cabeza hacia la esfera—. Y luego fui a algunas de tus tabernas predilectas, donde encontré a otros músicos y les pedí lo mismo
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