Libros
Pablo Katchadjian

Amado Señor

Al escribiente de cartas de Amado Señor la cosa se le desvió. Allí donde planeaba, le confiesa a su destinatario, «armar un universo de ficción» a partir de la primera epístola, «abandonar esta conversación e iniciar otra más indirecta», descubre que no puede dejar de escribir cartas: está cansado de narrar, prefiere el coloquio directo. El escribiente no cree en su interlocutor y se lo advierte, pero su falta de fe lo empuja a un panteísmo del significante: cosa que nombra, cosa a la que le escribe (Amado Escarabajo, Amado Cuchillo, Amado Punto, Amado Cuervo, Amada Nube de Bacterias). Una enciclopedia maravillosa va apareciendo a los ojos del tercero, el lector. Y también una serie de historias y personajes, porque la parábola, más vieja que la literatura, termina por encontrar su lugar.
Puede que Dios no exista, pero eso no es motivo para dejar de escribirle. En La ciudad de Dios San Agustín descubre que el alma, o el inconsciente, es indiferente al error: "¿Y si te engañas? Si me engaño, existo; pues quien no existe no puede tampoco engañarse. No me engaño en las cosas que amo; aunque ellas fueran falsas, sería verdad que amo las cosas falsas. ¿Por qué iba a ser reprendido e impedido de amar las cosas falsas?".

Guadalupe Salomón
90 páginas impresas
Propietario de los derechos de autor
Bookwire
Publicación original
2020
Año de publicación
2020
Editorial
Blatt & Ríos
¿Ya lo leíste? ¿Qué te pareció?
👍👎

Opiniones

  • gonzalo ortegacompartió su opiniónhace 4 años

    K avanza como K

Citas

  • Natalia Méndezcompartió una citahace 4 años
    No ser cosas que uno podría ser es una de las formas más primitivas de libertad
  • Natalia Méndezcompartió una citahace 4 años
    Si hay riqueza, que sea un accidente provocado por vos.

En las estanterías

fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)