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Concepción Arenal

La educación de la mujer

  • Ana Riveracompartió una citahace 6 años
    la mujer tiene deberes que cumplir, derechos que reclamar, benevolencia que ejercer, nos parece que entre su educación y la del hombre no debe haber diferencias
  • giovanadlsgcompartió una citahace 4 años
    Un hombre puede ser muy instruido y estar muy mal educado, y estar muy bien educado y no ser muy instruido.
  • Jovani González Hernándezcompartió una citahace 4 años
    Al educador del joven no le importa saber si el educando será un día militar o magistrado, ingeniero o albañil; su misión es formar un hombre recto, firme y benévolo, y que lo sea constantemente en la posición social que le depare la suerte o él se conquiste; cualquiera que sea, su firmeza, su rectitud y su benevolencia son indispensables, si ha de conducirse bien, al frente de un regimiento o presidiendo un tribunal
  • Yatxiri Guadalupe Anastacio Garciacompartió una citahace 3 días
    porque en el combate de la vida no hay neutralidad posible
  • Eunice Banderascompartió una citahace 2 años
    Los ascetas no sabían, y muchos que no lo son ignoran hoy, que el mayor enemigo del alma es un cuerpo débil.
  • Eunice Banderascompartió una citahace 2 años
    Debe anotarse que a tantas causas como conspiran contra la salud y la robustez en las sociedades modernas, hay que añadir, heredada de las antiguas, una muy poderosa: el desprecio, casi el horror del cuerpo como materia vil, de que debe prescindirse en lo posible para no ocuparse más que del alma.
  • Eunice Banderascompartió una citahace 2 años
    todo progreso empieza con la lucha de pocos contra muchos
  • Eunice Banderascompartió una citahace 2 años
    Muchos defectos físicos e intelectuales de la mujer se han convertido en el ideal de la belleza, al menos para un número de personas que, según todas las apariencias, constituyen una gran mayoría.
  • Eunice Banderascompartió una citahace 2 años
    Si una niña que conserva aún el instinto de conservación quiere ejercitar sus músculos con alguna energía, se la reprende, diciéndole que esos juegos son de muchachos; las niñas han de jugar de modo que no se rompan el vestido (tan fácil de romper), ni se despeinen, etc.
  • Eunice Banderascompartió una citahace 2 años
    Hay otros trabajos que no parecen excesivos porque no exigen gran esfuerzo muscular, y suelen ser los más enervantes y fatales a la salud, ya porque obligan a una vida sedentaria, ya porque la trabajadora, encerrada en su estrecha vivienda o en una fábrica, no tiene siquiera la compensación de respirar aire puro como la mujer de los campos.
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