Praise

—Deja de ser una jodida provocadora, Charlotte, y chúpame la polla como una buena secretaria.

los ojos de Emerson están desenfocados y fruncidos mientras mira fijamente la pantalla del ordenador.

Por supuesto, estoy lamiendo su polla con la lengua como si fuera una maldita piruleta, y lo hago a propósito para volverlo loco.

—Porque no esperaba que fueras tan perfecta. No tenía ni idea de que mantener mis manos alejadas de ti sería tan difícil. Y entonces entré ese día y te encontré de rodillas... —Aprieta los ojos, presionando su frente contra la mía—.

Jesucristo, Charlotte. No tienes ni idea de lo que me haces.

—Sí, tengo idea. Porque me encanta lo que siento cuando estoy contigo.

—No me necesitas, Beau. Necesitas madurar —argumento—. O tal vez sólo necesitas que alguien te ponga por fin en tu sitio, porque yo no voy a volver a las andadas.

a lista está sobre mi escritorio cuando llego a la mañana siguiente, la lista. Está abierta en la página cuatro, las preguntas sin respuesta.

L Palabras como “anal”, “estimulación de pezones”, “tríos”, “negación del orgasmo” me miran fijamente, y ni siquiera me he tomado el café.

—¿Qué es esto?

—¡Dame esa maldita cosa! —grito, pero él lo mantiene fuera de mi alcance. Me aprieta contra su cuerpo, tratando de alcanzar el mando cuando el juguete vuelve a ponerse en marcha.

Contra mi voluntad, el sonido más agudo y humillante se desliza por mis labios. Es como si la banda sonora de una película porno sonara durante un segundo, y Drake aúlla de risa.

—¡Eres un idiota!

Drake! —grito, inclinándome hacia el suelo mientras me obligo mentalmente a no correrme. No, no, no, no

—Creo que podría llevarlo en público, mientras salen a cenar o algo así.

Pero Hunter cree que le sería imposible ocultarlo.

Me pone el vibrador rosa en la mano, dejando que sus dedos se detengan un instante más en mi piel mientras me mira

Hunter se ríe, ya que el juguete está claramente destinado a una vagina.

Es un vibrador por control remoto con un pequeño mando negro.

—No es para mí —dice, mirándome fijamente a través de gruesas pestañas oscuras—. Pero quiero conseguir uno para Isabel.

Esa señora dijo que esto era para que lo probáramos...

Sostiene un dispositivo en forma de U. Es de silicona rosa brillante, y mis cejas se levantan mientras lo miro fijamente.

—Bueno, adelante, Drake. Pruébalo.