WikiLeaks, en ese sentido, es toda una llamada de atención al periodismo: no trabaja al margen del mismo, utiliza sus esquemas par dar salida a la información, pero diseña, apoyándose en la red, toda una nueva esquemática de trabajo que permite a quien lo estime oportuno convertirse en fuente. Y el esquema, como prueban las muchísimas revelaciones que ha logrado sacar a la luz, funciona.