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Angela Carter

La cámara sangrienta

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  • Alejandra Arévalocompartió una citahace 4 años
    –Todo hombre debería ocultar un secreto, aunque sólo sea uno, a su esposa –dijo–.
  • Alejandra Arévalocompartió una citahace 4 años
    El rey de los trasgos te causará un profundo dolor.
  • Olga González Ordóñezcompartió una citahace 3 meses
    Un hogar que no estaba ni en la tierra ni en el mar, un sitio misterioso y anfibio que infringía la materialidad de la tierra y de las olas con la melancolía de las ninfas que se sientan en una roca y esperan incesantemente a un amante que se ahogó muy lejos, hace mucho tiempo. ¡Qué triste y precioso lugar de sirenas!

    Descripción - topografía

  • Karimoncompartió una citahace 8 meses
    A pesar del temor que me causaba, y que me dejaba más blanca que la prenda que me envolvía, sentí que en ese momento emanaba de él un hedor a desesperación completa, horrenda y repugnante, como si los lirios que lo rodeaban hubieran empezado a pudrirse o como si el cuero ruso de su aroma estuviera regresando a los elementos de la piel desollada y los excrementos que lo componían. La gravedad ctónica de su presencia ejercía una presión tremenda en la habitación, hasta el extremo de que la sangre resonaba en mis oídos como si nos hubiéramos precipitado hasta el fondo del mar, bajo las olas que rompían en la orilla
  • Karimoncompartió una citahace 8 meses
    El tiempo también era su criado; me atraparía allí, en una noche que duraría hasta que él volviera, como un sol negro en una mañana sin esperanza
  • camikatzycompartió una citahace 2 meses
    un paso en falso y caíste al abismo de la oscuridad
  • camikatzycompartió una citahace 2 meses
    Me aferré a él como si el que me había infligido el dolor fuera el único que pudiera consolarme por haberlo sufrido.
  • camikatzycompartió una citahace 2 meses
    Yo tenía diecisiete años y no sabía nada del mundo.
  • Olga González Ordóñezcompartió una citahace 3 meses
    Mar, arena, un cielo que se une con el mar: un paisaje de empañados tonos pasteles que en todo momento parecen a punto de fundirse. Un paisaje con todas las armonías delicuescentes de Debussy, de los études que yo había tocado para él cuando nos conocimos, tan absorta aquella tarde en el salón de una princesa, entre tazas de té y pastelitos; yo, la huérfana, contratada por caridad para darles su digestivo de música

    Descripción - topografía

  • Olga González Ordóñezcompartió una citahace 3 meses
    En cuanto mi marido me ayudó a bajar del alto escalón del tren, noté la salinidad amniótica del océano. Era noviembre; los árboles, raquíticos por los vendavales del Atlántico, no tenían hojas y el solitario apeadero estaba desierto salvo por la presencia de un chófer con polainas de cuero que esperaba mansamente junto a un pulcro y negro automóvil. Hacía frío; me arropé con mis pieles: un abrigo blanco y negro con anchas listas de armiño y marta y un cuello desde el que mi cabeza se alzaba como el cáliz de una flor silvestre. (Os lo juro, no fui presumida hasta que lo conocí). La campana repicó; el tren se liberó con esfuerzo de su correa y nos dejó en aquel solitario apeadero adyacente a un camino donde sólo nos habíamos bajado él y yo. Ah, qué maravilla, que aquel poder de hierro y vapor se hubiera detenido sólo por conveniencia de mi esposo. El hombre más rico de Francia.

    Descripción - cronografía

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