La familia de Salvador Allende designó al médico Arturo Jirón para que la representara en ese hecho. En la tarde de ese día, pasé a buscar al doctor al hospital San Juan de Dios, donde se desempeñaba en ese tiempo. Le pedí también a mi señora, Carmen Gloria Barrera, abogada del Registro Civil, que me acompañara por si surgía alguna duda relativa a ese servicio por parte de los funcionarios del cementerio.