Hegel y el poder

La interioridad solo habita en curvas y parábolas

Bella es la interioridad. Las líneas ideales de la belleza, por lo tanto, no son rectas.

El acontecer de la verdad es al mismo tiempo un acontecer del poder.

. El ideal de lo bello es la aparición pura, desatada, del concepto en la realidad exterior. Esta unidad entre concepto y realidad es lo verdadero.

exterior, el resplandor del concepto que se filtra en la realidad exterior. Este resplandor es el resplandor de la verdad

Es bella la manifestación libre de lo interior en lo

Bella solo es, para Hegel, la interioridad del alma que se manifiesta libremente en la realidad.

El sonido es un fenómeno de la interioridad, que lo diferencia del «ruido». El «sonido propiamente dicho» es una «vibración interior del cuerpo», mientras que el «ruido» es una «vibración y un sonar exteriores».

El gracioso juego del agua, desembarazado y libre y que imita de este modo al espíritu, sí le resulta encantador, y disipa el pensamiento acerca de la falta de libertad, acerca del «debe de la naturaleza» (1.614). El «espíritu» de Hegel es, al parecer, una continua resistencia contra el es-así.

Libertad y actividad son constitutivas de lo bello: