Facsímil

Mi padre me va a matar si no digo que es inocente. Los hijos de asesinos no podemos matar al padre

veces pienso que tu madre y yo deberíamos juntarnos para pedirte perdón. O para tomar ayahuasca y pedirte perdón.

Hablábamos de ti pero para herirnos a través de ti. Competíamos por el cetro de quién te quería más.

soy un hombre serio, he vivido, soy responsable, tengo una historia, así que acuéstate conmigo.

Ellos creían automáticamente en el amor, se casaban muy jóvenes y eran infelices, pero no mucho más que nosotros. Trabajaban un montón y ni siquiera intentaban asociar el trabajo con alguna clase de placer, por lo que sus sufrimientos eran más concretos.

Todo el mundo se borra, la vida consiste en conocer personas a las que primero amas y luego borras, pero no se puede borrar a los hijos, no se puede borrar a los padres. Yo sé que has tratado de borrarme y no pudiste. Yo sé que he existido, para ti, en demasía.

Ahora que lo pienso, el mejor resumen de nuestra historia sería decir que yo fui anulándola y ella a mí hasta que nos anulamos por completo.

Siguieron evitándose, saludándose apenas, aunque sabían que la distancia no podía durar mucho tiempo más.

Era tan presuntuoso, tan mal observador, tan arrogante, pero yo lo escuchaba y tomaba notas.

Sería más fácil que abrazaras a la mujer que tienes enfrente. Lo que tú y ella comparten es el esfuerzo de evitar el roce.