perder sólo queda la costumbre
de mirar más allá de la supervivencia
con ojos profundos
como si algo mejor fuera a llegar
puedo ver la destrucción
con la ternura
de los ojos de un novillo
en el minuto
en que es degollado en un matadero
a pesar
de que aún
no puedo dormir
sin despertar sobresaltada
sin revisar la llave del gas
los pasadores de las ventanas
escribir nosotros
pensando en singular