Es el más peligroso de los Cazadores Oscuros… Zarek no confía en nadie, a veces ni en sí mismo; tan solo cree en su habilidad para eliminar a quien se interponga en su camino. En vida sufrió el tormento de la esclavitud. Con los Cazadores Oscuros, de destierro y desconfianza. Sin embargo, sobre él se cierne ahora la condena definitiva. Todo su destino queda en manos de una sola persona, juez único de su existencia. Y es a ella, Astrid, a quien Zarek finalmente abre una puerta que creía haber cerrado para siempre.