Libros
En los tiempos convulsos del Postconcilio una radio alemana invitó a catorce teólogos para comentar los artículos del Credo, destacando más allá de las modas teológicas el elemento permanente del patrimonio de la fe, radicando tales afirmaciones en los acontecimientos que narran los Evangelios y subrayando su significado para el individuo y para la comunidad. Muchos de aquellos hombres son hoy considerados los mayores teólogos del siglo XX, y algunos de ellos (destacadamente Joseph Ratzinger, actual Benedicto XVI) han sido llamados a servir a la Iglesia universal.

Aquellas intervenciones han dado lugar a un libro de plena vigencia para comprender nuestra fe, escrito con espíritu divulgativo por los mayores especialistas. «No sólo siguen siendo válidos los motivos que llevaron a la preparación de este libro, sino que resultan cada vez más actuales. Sigue siendo urgente expresar en lenguaje actualizado y hacer accesible a todos el contenido de la fe cristiana, y más en una época en que crece rápidamente su desconocimiento y en que múltiples presentaciones, apoyadas en la fuerza de grandes medios de comunicación, distorsionan la imagen de Cristo y de la Iglesia a los ojos del gran público. Y, por otra parte, se hace necesario hoy día justificar incluso el acto del hombre creyente, la rotunda afirmación de la propia persona y de las propias convicciones profundas implicada en las breves palabras 'yo creo'" (del prólogo de Mons. Alfonso Carrasco)
218 páginas impresas
Propietario de los derechos de autor
Bookwire
Publicación original
2011
Año de publicación
2011
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Citas

  • b3800097408compartió una citahace 7 años
    res, humillación. Y comienza ya arrastrando a su madre a esta humillación. ¿De dónde viene este niño? La gente debió hablar de ello, y tampoco habría de permanecer muda más tarde. Debió ser una situación delicada, cuando José no encontró mejor salida que abandonar en silencio a su esposa. El humanismo de Dios comienza al punto drásticamente. Con quien Él se relaciona o el que se relaciona con Él no se verá eximido. Se encontrará envuelto en sospechas y ambigüedades, de las que no podrá defenderse. Y la situación se hará cada vez más confusa hasta la cruz, donde la madre llega a ver lo que su sí ha puesto en marcha, y debe escuchar las burlas escarnecedoras que caen sobre su Hijo
  • b3800097408compartió una citahace 7 años
    lleva a la desesperación a un José perplejo. La encarnación de Dios significa condescendencia, rebajamiento y, porque somos pecadores, humillación
  • b3800097408compartió una citahace 7 años
    es el Espíritu Santo, en cuanto la tercera Hipóstasis divina, el que propiamente actúa, como lo será siempre en las oraciones, sacramentos y carismas de la Iglesia

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