Me enseña unos ejercicios de respiración simples pero efectivos para calmarme y bajar la frecuencia del pulso (el secreto es sencillo: la exhalación debe ser mucho más larga que la inhalación), así como para relajar la musculatura (también es fácil: para relajar los músculos, primero hay que tensarlos al máximo).
Armando El Guatequecompartió una citahace 20 minutos
Pero ni el psicólogo ni los médicos tienen derecho a someter a ningún tipo de presión moral a la mujer o a su familia ni a dirigirlos de alguna manera hacia una u otra decisión.
Armando El Guatequecompartió una citahace 3 días
No sé por qué leo todo esto, dado que ya tengo un océano de información. Probablemente porque quiero sentir la constante confirmación de que no estoy sola. Que hay todo un sótano enorme lleno de ratas como yo y que todas chillan de dolor y miedo
Armando El Guatequecompartió una citahace 3 días
Pero el niño de los riñones enormes no está dentro de él, está dentro de mí. Es a mí a quien le tocará matarlo en un futuro muy próximo. O será a mí a quien le tocará seguir con el embarazo y alumbrar al niño. Y verlo morir
luisarturosalvatie18640compartió una citahace 7 días
personal. Habla de lo inhumano que es en mi país el sistema al que se ve arrojada una mujer
katiakarolina07compartió una citahace 18 días
nas, solo vitaminas. Lo más importante es que el enano de mi barriguita se sienta a gusto
Lilián Carrascocompartió una citahace 23 días
Pronto estaremos en uno de esos aviones. Cuando despeguemos, abrazaré a mi hijo y miraré hacia abajo por la ventanilla. Tengo vértigo, pero, aun así, miraré.
Estaré mirándolo
Lilián Carrascocompartió una citahace 23 días
Que esto se me puede y se me debe recordar, porque nuestro Minitejón merece ser recordado
Lilián Carrascocompartió una citahace 23 días
No quiero distraerme. No quiero «olvidarme de eso cuanto antes». Quiero recordar. Quiero hablar de mi hijo muerto.
Lilián Carrascocompartió una citahace 24 días
Al día siguiente recibiré otra pastilla para inhibir la lactancia. Con ella desaparecerá la leche. Pero no la tristeza