Libros
Jorge Freire

Arthur Koestler

Lo que aquí se cuenta constituye una de las grandes epopeyas del pasado siglo. En pocos años, Arthur Koestler (1905–1983) pasó de vender limonada en un bazar de Palestina a convertirse en uno de los intelectuales más controvertidos de su época. En el ínterin, bailó sobre el alambre, vivió romances breves y estrepitosos, vagabundeó, vio caer Málaga y París, sorteó embestidas y tempestades, espió y conspiró, sufrió detenciones y persecuciones, se jugó el pellejo en misiones secretas para la Internacional Comunista y fue uno de los primeros en documentar la intervención nazi en la guerra civil española. Siempre en conflicto, incómodo en sus zapatos, trató de dar con el Absoluto a través de la utopía, pero salió escaldado de todas las causas en que militó, y siguió caminando con paso firme por el filo de la navaja hasta que Franco lo condenó a muerte. Fue entonces cuando, después de años moviéndose en círculos, asistió al momento más trascendental de su existencia. En una oscura celda de Sevilla, a la espera de ser ejecutado, una experiencia mística lo atravesó de lleno, trastocándolo de raíz.
En palabras de Luis Alberto de Cuenca, “Jorge Freire es un joven ensayista con un estilo propio y una prosa elegante y cautivadora”. Arthur Koestler. Nuestro hombre en España es el segundo libro de Jorge Freire (Madrid, 1985), una vertiginosa narración, a caballo entre el ensayo biográfico y el relato de espías, entre la reconstrucción histórica y la polémica filosófica, que se lee como una novela.
142 páginas impresas
Propietario de los derechos de autor
Bookwire
Publicación original
2017
Año de publicación
2017
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Citas

  • Miguel Ángel Vidaurrecompartió una citahace 14 días
    una flecha lanzada con tanta fuerza que consiguiera escapar de la gravedad y viajar al infinito. Después se le ocurrió una imagen terrible: en lugar de ser ejecutados, los criminales comienzan a ser arrojados en cohetes al espacio. El cero absoluto del espacio los mantiene intactos, convirtiéndolos en satélites. Imprimiendo al cohete una trayectoria parabólica en lugar de una elipse cerrada, los cadáveres describen el recorrido de un cometa, convirtiéndose en guardianes cósmicos que, dando una vuelta semicircular al Sol antes de perderse en el espacio interestelar, sirven de efímeros recordatorios del peso de la ley. A
  • Miguel Ángel Vidaurrecompartió una citahace 15 días
    Los nacionales lo tuvieron fácil para ocultar la masacre y oculta habría seguido, in sécula seculórum, de no haber sido por los relatos de testigos presenciales como Lawrence Fernsworth, del Times, o el médico canadiense Norman Bethune, laureado en su país y desconocido en el nuestro, que se pasó tres días y tres noches recorriendo el trecho, salvando mujeres desperdigadas por la carretera y niños que llamaban a sus madres.
  • Miguel Ángel Vidaurrecompartió una citahace 15 días
    —«nubes asesinas que derramaban su lluvia en mortífera cortina»,

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