Si quiero agradar a Dios en todo momento, debo tener como preocupación central la adoración y el servicio. Pienso que una verdad que se ha descuidado en la mayoría de los intentos de aconsejar es la siguiente: la razón bíblica básica para querer resolver un problema personal debiera ser querer entrar en una relación más profunda con Dios, para agradarle con más eficacia mediante la adoración y el servicio