El arte de crear personajes

frustrante, resolviendo los detalles de su historia, sus circunstancias y su situación, podemos suministrar al inconsciente la materia prima que necesita, materia que convertirá en algo menos torpe y deliberado, más natural, como la intuición que tenemos de otra persona

Lo mismo se puede decir de la formación de personajes. Solo mediante un esfuerzo diligente y muchas veces

William James2 observó que en verano aprendemos a patinar sobre hielo y en invierno a nadar. Con esto quería decir que solo después de un esfuerzo consciente arduo y a menudo inútil adquiere nuestro inconsciente lo necesario para ayudarnos a resolver un problema nuevo y difícil, un problema que, irónicamente, resolveremos cuando nos alejemos de él

En resumen, alterno los actos de descubrimiento y creación. Mediante la actividad de la escritura cultivo una impresión que proporciona alimento para un mayor desarrollo por parte de mi inconsciente. Después de haber ya «bajado el instrumento» por ese día, lo que me llega de vuelta la mañana siguiente es a menudo más rico y concreto que lo que dejé escrito, pero solo si he proporcionado la materia prima necesaria

Hablando por mí mismo, encuentro que el personaje primero se forma como una impresión, generalmente poco definida pero a veces bastante clara, como cuando llega de una persona real o de una imagen visible, como una fotografía

En las historias que nos afectan más a fondo –tomadas de la mitología, la Biblia, la tragedia griega, el teatro renacentista, la novela, la ficción posmoderna, el cine o la televisión– son los personajes quienes se fijan en la memoria con más tenacidad. De algún modo «sutil, escurridizo e importante», ellos son nosotros

La respuesta no está en lo que creemos, sino en lo que hacemos

Aunque la teoría pueda darnos el plan general de una historia –el entorno y la situación, el problema fundamental, el dilema moral–, solo a través del personaje

En nuestros personajes vemos reflejos de nosotros mismos, por eso encontramos en sus historias, no importa cuán caprichosas, oscuras o grandiosas, un intento de entender mejor nuestra vida. Y, en realidad, ¿de qué otra cosa podemos hablar si no es de nuestra vida?

El oficio de la creación de personajes es un intento de honrar y explorar la verdad de la naturaleza humana a través del arte de contar historias