Ya que estos estados son muy cercanos al equilibrio, en cada uno de ellos, el cambio es reversible: es decir, el proceso puede ir en dirección contraria con muy poco cambio de condición.
Los únicos cambios en entropía que se permiten en el paradigma de la termodinámica clásica son los del intercambio reversible de entropía entre el sistema y su ambiente. Si el sistema gana (o pierde) una cantidad X en entropía, entonces el ambiente pierde (o gana) la misma cantidad X.