Amy Tintera

Ruina

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Emelina Flores se ha quedado sola, todo lo que tenía lo ha perdido: sus padres han muerto, su hermana fue raptada y su hogar privilegiado en la capital de Ruina ha sido saqueado por la guerra. Pero, aunque Em carezca de habilidad o magia, ella ya ha tomado la determinación de su vida: obtendrá venganza. Su plan es simple: se infiltrará en el lecho del príncipe heredero, y desde ahí asesinará al rey y a toda su descendencia. Sin embargo, hay algo con lo que no contaba: el príncipe se ha enamorado de ella. ¿La ternura de un dulce amante podrá apaciguar su sed de venganza? Quizás el amor sea un error que le cueste la vida.
Este libro no está disponible por el momento.
300 páginas impresas
Publicación original
2017
Año de publicación
2017
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Opiniones

  • Solcompartió su opiniónhace 8 meses
    👍Me gustó
    🎯Justo en el blanco
    💞Romántico
    🚀Adictivo
    😄Divertido

Citas

  • Abel Castillo shotocompartió una citahace 4 meses
    como resortes, y la espada cayó al suelo con estrépito.

    Pipipi

  • Solcompartió una citahace 8 meses
    Abrió las esposas, tomó a Olivia de las manos y la jaló para levantarla.
    —¿Puedes caminar? —preguntó con las manos en las mejillas de su hermana—. Di algo, me estás asustando.
    Olivia arrugó el rostro, miró hacia la celda de Cas y Galo, y luego volteó hacia Em para preguntarle en un susurro:
    —¿De verdad te casaste con él?
    Em rio, pero el sonido se apagó cuando escuchó gritos arriba. Sobre ellos se escucharon varias pisadas. Olivia levantó la barbilla y ladeó la cabeza interesada en el ruido.
    —Em, si los guerreros nos acorralan aquí abajo… —le dijo Cas con expresión suplicante—. Es la llave roja.
    Corrió a la celda de Cas y la abrió. Él salió y la tomó de las manos.
    —Siento muchísimo que le hayan hecho esto a Olivia —dijo en voz baja.
    Em sacudió la cabeza.
    —No es tu culpa.
    —Claro que es su culpa —dijo Olivia a sus espaldas.
    Em se volvió hacia Olivia.
    —Te lo explico más adelante. Los guerreros de Olso sitiarán el fuerte y debemos salir de aquí —le dijo.
    Los ojos de Olivia se iluminaron.
    —¿En verdad?
    Em pasó por encima del guardia muerto y subió corriendo por las escaleras con Cas y Galo siguiéndole de cerca. Olivia respiró hondo cuando entraron en la sala.
    —Ah, mucho mejor —dijo suspirando—. ¿Oliste la debilita allá abajo? Cubrieron las celdas. Llevo un año prácticamente sin poder respirar.
  • Solcompartió una citahace 8 meses
    La abrazó con fuerza. Volvería a salvarla, una y otra vez, por muy enojado que estuviera con ella.
    —¿Puedes nadar? —le preguntó en voz baja.
    Ella asintió. Los dedos de Cas rozaron su brazo bajo el agua mientras ella se desprendía de él. Nadó lento. Cas se mantuvo a su lado hasta que llegaron a la ribera. En cuanto salió del agua, Cas se aferró a su espada, aliviado de no haberla perdido.
    Em tenía el vestido pegado a todas las curvas de su cuerpo. Él intentó apartar la mirada, pero le resultaba difícil concentrarse en nada que no fuera ella. Em volteó y sus miradas se encontraron. Su expresión debió haberlo delatado, porque ella se sonrojó.
    No lo vería así si no sintiera nada por él. Estaba casi seguro, pero el pequeño resquicio de duda lo hacía querer gritar.

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