El poder del pensamiento positivo

“Hágase en vosotros según vuestra fe” (Mateo 9:29) y “Todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis y os vendrá” (Marcos 11:24).

lección: no menospreciar nunca una experiencia, porque quien la tuvo y Dios conocen la profundidad y sinceridad de ese suceso.

Ningún hecho, entre todos los que enfrentamos, por arduo o irremediable que parezca, es tan importante como nuestra actitud hacia él

Para reducir la tensión que parece dominarnos en todas partes, tú puedes empezar bajando tu propio ritmo. Para hacer eso deberás moderarte y aquietarte. No te enfades. No te impacientes. Practica la serenidad. Practica “la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento”

y créeme que soy la persona más difícil con la que he trabajado.

Creo que si uno quiere llegar a algún lado, debe decidir con claridad dónde quiere estar o qué desea conseguir. Debe confirmar que su objetivo sea correcto y fotografiarlo después en su mente y conservarlo ahí. Si trabaja mucho y cree en eso, pensar en ello le dará tanta fuerza que el éxito estará

¡Cree en ti mismo! ¡Ten fe en tus aptitudes! Sin una seguridad humilde pero razonable en tus facultades, nunca podrás tener éxito ni ser feliz. En cambio, con una firme confianza en ti mismo, triunfarás. Una sensación de inferioridad e insuficiencia interfiere en el cumplimiento de tus esperanzas, mientras que la seguridad en uno mismo conduce al éxito y la realización personal.

Aquí hay dos frases enigmáticas para ti: “un oído lleno de problemas” y “una mente llena de paz”. ¿Cuál de las dos escogerías?
El secreto estriba en un cambio de actitud. Debemos aprender a vivir sobre la base de pensar de otra manera y aunque cambiar de forma de pensar requiere esfuerzo, es mucho más fácil que seguir viviendo como lo hemos hecho hasta ahora. Una vida de tensión es difícil. Una vida de paz interior, armoniosa y sin estrés, es el tipo de existencia más fácil que pueda haber. Así pues, lo más complicado para alcanzar la serenidad es el esfuerzo que tendrás que hacer para dirigir tus pensamientos hacia una actitud relajada que te permita aceptar el don divino de la paz.

El secreto es que llenes tu mente de pensamientos de fe, seguridad y confianza. Esto echará de ella todos tus pensamientos de duda, toda inseguridad

“Haz lo que temes y la muerte del miedo será cosa cierta”