No podía divagar, no podía sorprenderse, no podía pertenecer. Sólo podía ser
𝙰𝚗𝚐𝚎𝚕𝚊; }compartió una citahace 5 años
Llorar era su gran defensa
𝙰𝚗𝚐𝚎𝚕𝚊; }compartió una citahace 5 años
si bien podíamos pensar los más atroces insultos dirigidos a los depósitos de memoria o a las placas corroídas, a los circuitos fundidos y a las destrozadas burbujas de control, la máquina toleraría que intentáramos escapar.