Benjamin Black

Los lobos de Praga

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  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    Wenzel era un fanático, uno de los implacables vengadores de Dios por decisión propia. Uno de esos hombres de la más peligrosa calaña, que se aman y se odian al mismo tiempo.
  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    —¿Me llevaréis a Praga? —preguntó entrelazando sus dedos con los míos con tanta fuerza como si quisiera rompérmelos—. Llevadme —dijo con ferocidad, mirándome a los ojos—. Llevadme con vos.
  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    Las cenas como esa acostumbraban ser especialmente turbulentas; los comensales eran una chusma fastuosamente ataviada —¡tanto satén y seda, tantas pieles fabulosas!— que gritaban y aullaban como una jauría de perros hambrientos, y se lanzaban huesos roídos y cortezas de pan unos a otros. No era raro que llegasen a las manos, a veces con tanta violencia que había que llamar a la guardia imperial para restaurar un mínimo de orden.
  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    a él le gustaba fingir que era una relación cálida y abierta, o incluso una amistad. Pero yo no me fiaba y él lo sabía; era una criatura tan voluble y enigmática que se me hacía imposible saber cuáles podrían ser el afecto o las emociones que sentía por mí.
  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    —¿Alguna vez habéis pensado —dijo— en lo raro que es que la fe cristiana se base en una atrocidad? El Hijo de Dios clavado a un poste de madera
  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    hay un reino más profundo y secreto donde gobiernan los maestros de marionetas, y tiran de los hilos que nos controlan y dirigen lo que imaginamos que es la libertad de nuestros actos. También a ellos, a los maestros ocultos, se nos permite entreverlos, cuando en toda su oscura soberanía se dignan mostrarse para intimidarnos y coaccionarnos.
  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    : el paseo por los salones de las maravillas; el encuentro, tan cautivador como alarmante, con Caterina Sardo; la confrontación en el Foso de los Ciervos con el vengativo gran senescal
  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    Entonces llegó la carreta y, mientras colocaban el cadáver de Madek sobre los toscos tablones, el caballo se volvió y lo miró con lo que me pareció una mirada estoica y compasiva. Los animales saben cosas que nosotros ignoramos.
  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    —Soy meridional —dijo el nuncio, llevándose una mano al pecho—. ¡No soporto el frío del norte! —estaba apoyado en un montón de almohadones; todavía llevaba puesto el gorro negro de fieltro y una voluminosa túnica de lana del mismo color escarlata que el cortinaje.
  • Lalo Hdezcompartió una citahace 2 años
    El aire estaba saturado de una niebla lechosa muy densa y reinaba un silencio amortiguado. Uno de los caballos volvió la cabeza y me miró con un ojo grande y oscuro, pulido y brillante como un cristal negro.
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