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Harry Leslie Smith

Mi última batalla

  • J Alberto Villalvazocompartió una citahace 4 años
    florecen los barrios marginales, se desatan las epidemias y prolifera el crimen. Se crea una sociedad de dos niveles cruelmente dividida en prosperidad y pobreza. Cuando nació el estado de bienestar, el Gobierno y muchos de los ciudadanos de este país convinieron en que el pago de impuestos era una responsabilidad cívica.

    La economía y la sociedad británicas avanzaron hacia el futuro con la celeridad de la locomotora Flying Scotsman. Este código fiscal nuevo e incorruptible proveyó a nuestra nación del combustible necesario para alcanzar el ritmo económico capaz de impulsar a Gran Bretaña al mundo moderno. El éxito económico nacional fue posible gracias a que se proporcionó a los ciudadanos viviendas asequibles, atención sanitaria y educación. Incluso políticos conservadores como Winston Churchill reconocieron los beneficios para el país; cuando en 1951 volvió a ser elegido primer ministro se negó a desmantelar el Servicio Nacional de Salud.
  • J Alberto Villalvazocompartió una citahace 4 años
    El estado de bienestar social se creó con prudencia y visión de futuro y fue financiado a través de una fiscalidad inteligente. El Gobierno gravó un impuesto sobre la renta justo y progresista, aplicable tanto a los individuos como a las grandes empresas. Era una tasa elevada: en algunos casos llegaba al 50 o al 60 por ciento. Sin embargo, no debemos olvidar que durante más de un siglo las familias más ricas del reino, junto con sus industrias, habían acaparado su riqueza pagando muy pocos o ningún impuesto que ayudaran a mantener la nave del Estado a flote. La historia nos enseña que cuando los impuestos no se recaudan adecuadamente, flore‍
  • J Alberto Villalvazocompartió una citahace 4 años
    Por desgracia, tanto en el Gobierno como en las empresas abundan los que creen que la riqueza de una nación solo puede ser juzgada en función del valor de sus mercados bursátiles y de las ganancias trimestrales de sus corporaciones. Esta actitud niega el valor del capital humano. Asimismo niega lo que dictaminan la historia y la lógica: que un país ha de mantener una economía equilibrada que incluya la industria manufacturera, la agricultura y los servicios financieros. Tiene que recompensar a los emprendedores con riqueza para que alcancen el éxito empresarial, pero también debe mantener un nivel de vida digno para todos sus ciudadanos. Ha de asegurar el acceso a la atención sanitaria, así como el derecho de todos a recibir una educación adecuada y libre de cargas económicas abusivas. Sin estos ingredientes, un país termina marchitándose porque se convierte en una nación habitada por dos tribus: los ricos y los pobres.
  • J Alberto Villalvazocompartió una citahace 4 años
    dueño del propio domicilio provocarán un estrés emocional inexorable que afectará a la salud y al bienestar del futuro de Gran Bretaña.
    La angustia de vivir en la economía limitada de nuestros días ha desatado un sinnúmero de preocupaciones entre los estudiantes. Según un estudio de la Unión Nacional de Estudiantes, el 80 por ciento de los encuestados sufre estrés a causa de los estudios. Al 70 por ciento le preocupa la precariedad que arrastran sus finanzas a causa de la deuda estudiantil, mientras que uno de cada diez tiene pensamientos suicidas. Este no es el futuro de la «educación para todos» con el que mi generación soñaba.
  • J Alberto Villalvazocompartió una citahace 4 años
    Para los estudiantes actuales, el precio hiperinflado de una educación de grado superior supone un importante obstáculo en su ascenso económico hacia la autosuficiencia. Carga a los estudiantes de las clases medias y trabajadoras con inmensas deudas que afectan a sus perspectivas futuras de construir una vida estable. En última instancia, la deuda, un mercado laboral incierto y la inmensa carga económica de alquilar o ser
  • J Alberto Villalvazocompartió una citahace 4 años
    prevalece no es la de que los Gobiernos inviertan el dinero de nuestros impuestos en construir grandes sociedades, sino en derribarlas. En aras de la eficiencia, los Gobiernos han delegado la configuración y el alcance de la sociedad del siglo XXI a las corporaciones mediante programas de privatización en la escolarización, en la medicina y en la prestación de los servicios sociales. Si los Gobiernos anteriores destinaban enormes cantidades de dinero al mantenimiento de nuestras comunidades, escuelas, hospitales y paisajes rurales y urbanos, ahora prefieren dárselo a las empresas en forma de subvenciones, condonaciones fiscales o simplemente rescates a la antigua. Los economistas lo llaman sinergia, pero para mí no es más que bienestar al servicio de los grandes magnates del comercio.
  • J Alberto Villalvazocompartió una citahace 4 años
    Incluso hoy, el coste de la enseñanza superior es una pesada carga para los estudiantes procedentes de familias asalariadas medias. En 2014, estudiar en una universidad británica costaba nueve mil libras anuales, o veintisiete mil para una carrera de tres años. A todas luces, eso es un pastón y una inversión muy elevada en una época de transición económica. Además, en los últimos cinco años solo la mitad de los graduados superiores ha encontrado trabajos relacionados con su ámbito de estudio. Dada la incapacidad de esta nación para generar un crecimiento económico sostenible, muchos de ellos se dedican a profesiones para las que están sobrecualificados y mal pagados.
  • J Alberto Villalvazocompartió una citahace 4 años
    Los estudiantes de hoy se enfrentan a toda una serie de desafíos distintos a los que yo padecí siendo niño. Algunos simplemente se me escapan, pero otros —los que tienen su origen en las medidas de austeridad del Gobierno que han provocado la disminución de las oportunidades personales— los puedo apreciar perfectamente. En mi país y en el extranjero, muchos jóvenes de hoy en día se están desviando de sus destinos de clase media por el regreso a un sistema educativo monetizado. La obtención de un título universitario ya no se basa en disponer de las aptitudes necesarias para ser estudiante; ahora es simplemente una cuestión de dinero.
  • Diego Cacerescompartió una citahace 4 años
    nuestro presente, todo el mundo parece estar cómodo en su descontento. Entre partidas de Angry Birds, la gente tuitea furiosamente su indignación junto a las últimas historias en tiempo real sobre Justin Bieber o el Manchester United.
  • Diego Cacerescompartió una citahace 4 años
    Si no se reduce nuestra ciega obediencia a un sistema de capitalismo metastásico que hace caso omiso a la protección medioambiental, a los derechos humanos, a los intereses nacionales y a la decencia humana, se pondrá en peligro mucho más que la democracia: se amenazará la supervivencia de nuestra especie.
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