El secreto desvelado

—Cuidado, Hannah —dijo Alex, preocupado—. Te quiero y no quiero que te pase nada malo, ¿vale? —Se lo veía desesperado.

—¿No estarás celoso, verdad? —pregunté con una media sonrisa—. ¿Verdad? —repetí con una ceja levantada.

—No, en absoluto. —Desvió la mirada. Me reí por lo bajo.

—Tu exnovia me acaba de colgar —

—Las madres… siempre tan inoportunas… —susurró de mala gana y puso los ojos en blanco durante menos de un segundo.

—Yo… yo… —tartamudeó, y luego volvió a mirarme a los ojos—. Dios… eres preciosa, Hannah —suspiró.

—¿Te he dicho lo hermosa que eres? —

Iba a dormir en la habitación de Alex Crowell.

Alex me miró de reojo y noté cómo sonreía con la cabeza agachada, visiblemente divertido.

nos volvimos a besar.

—Era nuestro destino estar juntos.

—Pero no enamorados…

—¿Quién dice que no podemos? —Sonrió—. Las reglas están para romperlas. Todos lo hacen, ¿por qué nosotros no?

bienvenida a la familia Crowell